Muchas personas tienen una idea preconcebida no sé de dónde que existen ciertos “tipos de razas”. O sea, hay razas de perros que son más agresivas por ejemplo los Pitbull, o razas que son enojonas como el Dogo argentino, o que hay otras que son chillonas y buenas para gruñir, como los chiguaguas.
Buenos queridos amigos y amigas hoy vengo a desmentir completamente ese mito urbano. ¡Ni los perros nacen siendo agresivos ni hay razas de perros más agresivas que otras!
Según lo dicen algunos expertos en conducta canina, el origen de la agresividad en los perros no se encuentra tanto en los genes sino en su educación y experiencia. El 20% de los casos agresivos corresponde a la genética, pero el otro 80% corresponde a situaciones cotidianas o problemas con respecto a su educación. Por ejemplo, un animal que es sometido a adiestramiento punitivo o experiencias traumáticas es probable que desencadene algún tipo de trastorno como la ansiedad, o el temor.
¿O sea podemos decir que la agresividad en mascotas puede ser un síntoma de problemas de salud? ¡Pues si!
Daniela Araya, médico veterinaria y etóloga clínica nos cuenta en qué señales fijarnos y cuáles podrían ser las posibles causas de esta conducta en nuestro peludo, ella también realiza un curso en petfamily sobre este tema (te dejamos el link AQUÍ para que veas mas información)
Primero cuando comprendemos que el animal aprende que, gruñendo, ladrando o mordiendo, logra controlar la situación y aquello que le hace sentir amenazado, desaparece. Seremos capaces de darnos cuenta cuales son las principales causas que podrían desencadenar sus comportamientos agresivos.
-Problemas de salud
Algunos perros enfermos pueden desarrollar conductas agresivas para intentar aliviar sus síntomas. En estos casos, el perro no detecta que los síntomas tienen que ver con su condición física y esto desemboca en un comportamiento hostil hacia las personas y animales que le rodean. Ejemplo de esto son los perros con dolor crónico, en los que una manipulación incorrecta puede desencadenar una respuesta agresiva. También hay otras patologías (como tumores intracraneales, estados de demencia o alteraciones endocrinas) que pueden conducir a nuestros perros a desarrollar conductas agresivas. Es por ello que lo primero que debemos descartar es algún proceso patológico en nuestro amigo peludo.
-Mala comunicación
Es una de las principales causas de la agresividad en los perros. Tiene lugar cuando no se educa al perro de forma adecuada y se utiliza la fuerza y el castigo. Si el perro es educado con agresividad, así será el lenguaje que utilice para relacionarse con su entorno.
-Falta de socialización
Además de tratar con sus dog parents, un perro debe tener contacto social con otros animales y personas para que su desarrollo mental sea positivo. Cuando el cachorro tiene entre 3 y 12 semanas de vida, debe empezar a relacionarse con otras personas y socializar con otros perros. De lo contrario, puede empezar a sentir miedo e inseguridad, que pueden derivar en reacciones agresivas.
Hay otras causas de la agresividad en perros que tienen que ver con situaciones específicas.
- Agresividad por miedo: se da cuando el perro percibe la interacción como una amenaza. Es muy habitual y suele estar relacionada con experiencias negativas (como por ejemplo una educación punitiva).
- Agresividad maternal: conducta normal e instintiva que desarrolla una perra que acaba de ser madre para proteger a sus cachorros. Suele disminuir a medida que los cachorros crecen.
- Agresividad por territorialidad: perros que solo se muestran agresivos cuando un extraño invade un espacio o persona que considera como propio, lo mismo pasa con la comida de perro, puede proteger sus recursos como lo es su comida.
- Agresividad por posesividad: perros que reaccionan agresivamente cuando son separados de otros perros o personas a las que quieren (suele darse en cachorros prematuramente separados de sus padres o perros abandonados que han vivido situaciones extremas).
- Agresividad predatoria: se trata de una interacción con cualquier ser vivo en la que se desarrolla una secuencia de persecución, agarre y sacudida.
Bueno, una vez identificadas estas posibles situaciones que podrían causar malestar en tu perro es importante identificar ciertas señales que podrían indicar la incomodidad de tu amigo. Lamerse los labios, poner ojos de media luna, bostezar o desviar la mirada pueden ser gestos claves para prevenir una situación.
Recuerda que los mayores índices de mordidas son a niños y con perros conocidos dentro de la casa. Por eso nunca te acerques de frente a un animal sin evaluar antes su lenguaje corporal.
Si es que tienes problemas de agresividad/reactividad con tu perrit@, te invitamos a nuestro curso por Zoom junto a la etóloga Daniela Araya, puedes hacer click AQUÍ para mas información.
Bueno Bueno me despido por hoy, mi querida familia de PetFamily, esperamos que les haya gustado mucho el post y cualquier cosa que necesiten siempre estaremos para ustedes!
Abrazos grandes a todos !!